Quien no ha tenido de pequeño un albornoz reconfortante con el que siempre prefieres secarte, uno que adorabas usar incluso como bata para los días de frío, ese albornoz que no desechas hasta que tu madre te obliga porque las mangas te quedan cortas y no cierra porque ya resulta demasiado pequeño... ^^
Los albornoces son de esas prendas que al ser tan personales, acabamos cogiéndole mucho cariño, un apego del que es difícil desprenderse sobre todo si la usamos cuando somos pequeños. Por eso, Elena pensó en nosotras para hacer un regalo único a Francisco y Manuel, unos niños muy especiales para ella.
Para este proyecto, elegimos un tono celeste tostado en el rizo para combinarlo con una de las telas más nos gusta para niños, el tejido vichy de rayitas celestes. La verdad es que es la primera vez que personalizamos unos albornoces y por ello, queríamos buscarle un hueco en las publicaciones de octubre, un mes en el que llegan los primeros fríos y empieza a apetecer cubrirse con prendas como esta.
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